martes, 12 de mayo de 2009

Morgan

-¿Dónde está el perro? ¿Ya lo has devuelto? -Mamá se queda conmigo. Han pasado tres años y no lo vendrán a buscar ya. -Pues no decías que estaba temporalmente. Además, ya tienes una ¿Para qué quieres otro? -¡Me sorprende oírte decir esto! ¿Me devolverías ahora a mí? -¡Pues claro que no! Con lo que me ha costado sacarte adelante- y nos echábamos a reír. Esta conversación, que empezaba a ser idiota, sucedía cada domingo después de comer cuando tenía que irme por la obligación de salir de paseo con ellos. Además, siempre acababa igual. -Mamá, el perro se llama Morgan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario