Entonces es martes, seguro, por lógica. Caí en el único bache que había por esquivar el maldito gato negro, sólo pinché la bici. Quizás no esté todo perdido porque Juan vive cerca y me podrá dejar su bomba para repararla y poder llegar a tiempo a la boda de mi exmujer. Pero Juan es muy raro y si me dice que no la encuentra o no me abre la puerta o manda a su mujer para decirme que no está. Cuando me abrió la puerta, le dije:
-Gracias Juan pero ya no la quiero. Así no veré como se casa mi mujer con otro
(Manuel Cas)