sábado, 27 de noviembre de 2010

Dehemencia senil

Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, la luz encendida, olor a loción de afeitar, el cierre de la ducha abierta y la toalla tirada ocultando sus zapatillas; como el hacía habitualmente.
Pero esta vez dejé la cámara de vídeo grabando. Al principio, me causaba escalofriós el ver que cada mañana se repetía aquel caos. Antes de morir mi marido fue muy ordenado hasta que esa enfermedad le afectó, olvidándose de todo. Le reprimía a cada instante hasta que llegué a acostumbrarme.
Pensaba que era su espíritu, hasta que vi en la filmación como yo misma era la que lo hacía y me eché a llorar. (Manuel Cas)

Olvido escatológico

-Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada- dijo mamá malhumorada, mientras me escondía para que no la tomara conmigo.
Solía mirarme cuando algo le molestaba, tenía la sensación que me culpaba de todo. Pero esta vez decidido dije:
-Hace unos momentos papá se estaba afeitando, como todos sabemos, a Lulú le gusta sentarse en la tapa del váter para mirarle. Justo cuando él salía, ella saltó a la tapa, pero al hacerlo la tapa se abrió.
-¡Dios mío! !Esta perra hule a mierda!- Interrumpió mi madre antes de que terminara de contarle.
-Y yo volví a sentirme culpable por no tirar de la cadena. (Ana T.)

jueves, 4 de noviembre de 2010

Viajes de realnima

Rutinariamente, intercambió sus pulseras identificativas. Compartió habitación con Juan, un niño de mirada triste, languidecido cuerpo y debilitado hálito debido a su tratamiento de quimioterapia. En sus ojos veía sus ganas de viajar a un mundo del cual él tenía la llave y sin dudarlo, cuando dormía, le ponía su pulsera para cederle su billete con el celador con destino a la rehabilitación.