sábado, 22 de enero de 2011

Inquieto corazón

Todo el mundo sabía que era una mujer bala porque conseguía todo lo que se proponía por absurdo que fuera. En cambio su marido, estaba excepto de ambiciones quizás porque ella las tenía a raudales. Ella fue tan veloz que hasta sus dos hijos fueron sietemesinos. Su marido dudaba que fueran suyos, porque cuando hacían el amor ella lo daba por terminado antes que él acabara. Ya de joven cambiaba de novio tan rápido como de vestido. Hasta que tanto correr para ser la primera la hizo caer para postrarla en una silla de ruedas. Ahora tiene tiempo para disfrutar de todo lo que antes se había perdido. (Manuel Cas)

Arrolladora

Todo el mundo sabía que era una mujer bala y cuando disparaba era arrolladora, ingenua y única, manejando a todo hombre para realizar sus deseos. En cambio, siempre guardaba en la recámara un disparo certero al corazón, siempre supo donde estaba mi diana. Así me tiene, clavado a la espera de otra inquietud suya, que espero que sea para decirme que sí a lo que le pregunté: “¿quieres ser mi esposa?”