jueves, 22 de octubre de 2009

Luz en la oscuridad

Cielos, cómo brilla hoy el valle con las flores impregnadas de rocío, que contrasta con el intenso verde de la hierba aún mojada por la escarcha. Todo parecía estar en armonía después de aquel fuerte viento, que venció al árbol que sembramos juntos y fue a caer en el tejado de la cabaña. Anoche, el miedo se apoderó de mí cuando el crujido de la casa y el golpeteo de las ramas azotaba en las ventanas, como si esos sonidos me recordaran cada segundo que viví contigo; diciéndome que todo fue culpa mía. Te llamo para pedirte perdón y que me dejes regresar a tu vera. (Manuel Cas)

lunes, 19 de octubre de 2009

El ermitaño

Fresca, brillante, antihistamínica son las aguas que bajaban de la montaña ahogando los guijarros blancos que parecían gemas. Los peregrinos acudían para llenar los recipientes y aliviar sus males, ya que la fe reanima hasta los muertos. Desde niño bebía de aquel manantial y encontré que la armonía también estaba en la promiscuidad de los colores verdes entremezclados con las flores, que las acariciaba el aire que bajaba del mismo cielo que hacían del lugar un misterio mágico. Esa energía llenaba mi cuerpo dándole vitalidad a mis más de ciento cincuenta años. Mi fortuna era tenerla a ella y yo soy su quimera.(Manuel Cas)

Delicioso engaño

Fresca, brillante, antihistamínica era aquella pócima que me proporcionó mi esposa contra la disfunción eréctil. Para experimentar fui hasta el acuario donde dos pirañas se miraban deseosas de devorarse y diluí unas gotas en el agua. Días más tarde mi mujer me avisó de que los peces tenían pintitas moradas pero que habían depositado algunos huevos nacarados y me anime a tomar la medicina. Jamás había experimentado una noche tan intensa a pesar de amanecer con manchas. Todo parecía perfecto hasta que vi a mi mujer recoger los huevos para recolocarlos en su collar. Mirando en mis calzones, dije:
- que delicioso engaño. (M. Cas)

viernes, 16 de octubre de 2009

No lo recuerdo

Fresca, brillante, antihistamínica escuché decir a mi abuelo. Me levanté para ver que ocurría. Desde la escalera lo vi que estaba donde los geranios con un vaso de agua. - Abuelo ¿qué estás haciendo? - ¡Hola Carlota!- exclamó- Tomando mis grageas, se me cayó en la maceta y parece que tiene vida propia. Creo que por esto saben donde tienen que ir cada una. - No recuerdo que tomes una roja con puntitos negros. Déjame verla. Ya la tenía en la boca cuando de repente se la quité. - ¡Que te comes una mariquita! - Peores cosas comí en la guerra-dijo muy valiente

sábado, 3 de octubre de 2009

Disminuidos psíquicos

Creen que es alergia, pero es amor. El brillo de sus ojos, el babear de su boca y el temblor de sus manos que escondía bajo el pupitre.
Andaba por el recreo cabizbajo como si jugara con un balón y a veces, levantaba la vista para mirarla. La chica de veintitrés años y el de treinta y dos, parecían dos adolescentes que disfrutaban de aquellos momentos felices de sus vidas. Ella con una margarita en el pelo le devolvía la mirada, mientras leía una carta con un corazón pintado que le decía:
- ¿Quieres ser mi chica cuando terminemos la EGB?
Ambos en complicidad sonrieron sabiendo que era un "sí" (Manuel Cas)

Un brindis para tres

Creen que es alergia, pero es amor lo que mis ojos transmitían cuando ell estaba cerca. Cuando hablaba mi estómago se removía y su mirada me hacía sentir único. No me importaba que estuviera casada; mi corazón no entiende de estado civil.
Su marido es nuestro jefe y me miraba cuando estaba con ella. Un día nos tocó trabajar juntos, me tenía preocupado disimular aquella felicidad. Sin querer rocé su mano y no miramos en complicidad. Ella me la cogió y me dijo:
- Mi marido y yo, deseamos que vivas con nosotros.
-Sí quiero- dije sin dudar.
Aquel día el sol nació de nuevo para mi. (Manuel Cas)

Locura

Por ejemplo, averiguar quién era la mujer que me estaba anudando la corbata.
- Oiga, ¿podría dejar en paz mi corbata? ¿No se ha dado cuenta que ese color no va con mi camisa?
-Pero bueno ¿usted no sabe hablar?. Déjeme en paz el cabello, por favor.
- ¿Dónde están mis pinturas?. Y mis lienzos ¿quién se los llevó?. Quiero hablar con su jefe, llámele ahora mismo !este lugar tiene un pésimo servicio ! y su bata es deprimente !cambiésela! ¿Por qué no para ese altavoz de repetir el nombre de Pepe Pérez?
- Le llaman a usted, señor Perez, para que acuda a la sala de visitas.
-Señorita, mi nombre es Vicent Van Gogh. (M. Cas)