La serpiente me quedó más gorda de lo previsto, claro que el calcetín que era de mi tio el zampón. Con dos botones pegados como ojos y un trozo de tela roja a modo de lengua viperina creo una serpiente parlante para jugar Al poco llegaron mis dos amigas con sus dos ingeniosas marionetas; un oso de peluche y un león hecho con una fregona. Cuando él dialogo hacia pensar que terminarían comiéndose a mi serpiente. El león fue a morderla, dijo- esta serpiente envenena solo con olerla, Momentos después mí tio entro buscando su calcetín para lavarlo. Avergonzado supe que el juego para mi terminaría en el baño.
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