miércoles, 19 de mayo de 2010

Silencio

-No dije que lo sabía, no era el momento
-Nunca hay momentos para ti !Como si vivieras sólo! ¿Ahora sí?
-Dame tu mano, cierra los ojos- se prolongó un silencio- escúchame con atención, déjate llevar por mis latidos y embriágate de mis sentimientos.
Silencio que rompo cada día sentándome a su lado para continuar con el libro que estamos leyendo; que desgarro con mis sonrisas al contarle como fue mi día de trabajo; que adorno con una rosa cogida de nuestro jardín de sueños; que odio cuando cogió mi mano y me dijo que le quedaban sólo unos meses de aliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario