miércoles, 6 de enero de 2010

Que Dios me libre

Me acerco y anoto sus nombres escuchaba que decían cada sábado los porteros del antro. Cuatro gorilas deciden si entras, aunque enseñando cincuenta euros tu nombre aparece en la lista. Cuando cruzas la puerta ves que esta lleno de niños pijos y unas cuantas niñas vestidas para seducir que a veces resultan ser travestis. La camarera anda sobre una tarima para aparentar más altura y cuando da la espalda enseña sus braguitas de encaje y si alguien le tira los tejos saca sus armas de vampira reprimida para incitarles a que sigan… ya me casé, mi nombre sólo aparecerá en lista del seminario.

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