lunes, 14 de junio de 2010

Tiniebla mística

Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros y menos en esta noche tétric en la que buscamos al pequeño desaparecido en el bosque. Parecía que la tierra lo hubiese engullido y la gente, temía encontrar a la "santa compaña" entre la niebla con el niño entre sus sudarios fúnebres. Las voces resonaban gritando su nombre que se perdía en la inmensidad, como la esperanza de encontrarlo.
La luz de la luna alumbraba los claros cuando un aullido se escuchó y unos ojos deslumbrantes enrojecidos aparecieron de entre el follaje. Tras ellos había una loba que amamantaba al niño mientras le crecía el pelaje (M. Cas)

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