miércoles, 24 de febrero de 2010

Madre sólo hay una

Por cierto, ¿hoy es domingo? Sinceramente no sé porque me lo pregunto si nunca. Que lejos quedaron aquellos tiempos cuando los domingos se descansaba. Recuerdo que nos reuníamos todos muy bien vestidos para salir a misa, donde nos encontrábamos con otros familiares y que después juntos festejábamos mientras cocinaban. Los que éramos pequeños jugábamos a veces a la comba y otras al fútbol con los adultos. Ahora la realidad es otra y mis amaneceres les pertenecen a mi familia que después de tanto tiempo parecen ser pesadilla. Hoy pensé, lo bonito que sería el amor si me trajeran alguna vez el desayuno a la cama. (M.Cas)

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