Por ejemplo, averiguar quién era la mujer que me estaba anudando la corbata y también la que me arreglaba la americana, por no nombrar a todas las que allí me rodeaban, en otro momento hubiese sido mi objetivo. Pero esta vez, no dejaba de pensar en todas las palabras memorizadas y allí estaba absorto por la belleza del momento.
A lo lejos se oyó una voz que decía:
- Rápido, sólo quedan cinco minutos
Entonces noté como toda la sangre de mi cuerpo circulaba hacia mi corazón y me encaminé hacia el centro, donde alumbraban los focos y me esperaba un taburete, pensando “es mi momento”.
- Tres, dos, uno… ¡Arriba el telón!
Ey!
ResponderEliminar¡¡Tienes repetido el blog en blogger!! Te voy a enlazar desde a éste, que me viene mejor, ya que la cuenta de hotmail no la uso para nada.
Un saludo :)
Siiii pero este es compartido por la persona especial que te nombré, que hizo que despertase en mi la curiosidad por las letras. Si te fijas, hay relatos mios y suyos. En mi space de hotmail hay un enlace a su página, visítala seguro que te gusta leer poemas y relatos que tiene.
ResponderEliminarUn saludo